Su primera pieza, l’Hypocondriaque (1631), apareció a sus dieciocho años.
Por esas mismas fechas hizo editar una colección de Œuvres poétiques que comprendía elegías, epístolas y versos piadosos.
Diane (estrenada en 1630; publicada en 1633), Les Occasions perdues (estrenada en 1631 ; publicada en 1635) son títulos que le hacen obtener los favores de Richelieu y L’Heureuse constance (estrenada en 1631; publicada en 1635), elogiada por Ana de Austria, (1601-1666) producidas todas en rápida sucesión y a la manera española.
Los documentos establecen la venta en 1636 de cuatro piezas al editor parisino Antoine de Sommaville por 750 libros y, el año siguiente, la venta diez nuevas piezas al mismo librero.
Su gran fecundidad literaria (dejó treinta y cinco piezas, sin contar las pérdidas o no reunidas) y sin duda la incertidumbre del plan dramático que demuestra su eterna duda entre los estilos clásico y barroco han sin embargo perjudicado a su obra.