Saint-Simon cuenta en sus Memorias que murió en Dijon como resultado de una broma desagradable del duque de Borbón, quien, por mera diversión, había puesto rapé (tabaco en polvo) en su vino.
Boileau decía de él que era un hombre fatuo y henchido de sí mismo porque se creía el poeta más grande del mundo.
Declamaba sus versos a voz en grito en los salones de la Place Maubert.
La Bruyère lo describe bajo el nombre de Théodas en su Los caracteres: Santeul fue un representante destacado del latín contemporáneo en un momento en que esta lengua aún disputaba su preeminencia sobre el francés y otras lenguas vulgares.
Édouard Fournier escribió en L'Esprit des autres que esta frase fue improvisada por el actor Domenico Biancolelli (1636-1688) cuando actuaba caracterizado como Arlequín.