Después de limpiarle la mordedura con agua oxigenada su madre decidió no buscar atención médica.
Su condición siguió deteriorándose y fue trasladada al hospital infantil de Wisconsin en Wauwatosa.
Después de este primer paso, a Giese le fue administrado fenobarbital, un sedante, además de medicamentos antivirales (ribavirina y amantadina), mientras se esperaba que su sistema inmunitario produjera anticuerpos que atacaran al virus.
Después de siete días, se sacó a Giese del coma inducido.
Las razones por las cuales Jeanna Giese sobrevivió a la enfermedad son todavía controvertidas.
Al menos seis intentos posteriores de curar la rabia sintomática mediante procedimientos médicos similares no han dado resultados.
A pesar del comprensible rezago en sus estudios, se mantuvo al mismo nivel intelectual que sus compañeros de clase.