[2] En 1971, Graves regresó a Australia para dar clases de genética en Universidad La Trobe, donde luego se convirtió en profesora en 1991.
Su trabajo había dado lugar a nuevas, importantes e influyentes teorías sobre el origen y la evolución de los cromosomas sexuales humanos y la determinación del sexo, incluida la controvertida predicción de que el cromosoma Y humano está desapareciendo.
[3] Durante este tiempo trabajó extensamente con la profesora asociada Janine Deakin.
[6][7] Fue galardonada con el premio L'Oréal-UNESCO en 2006 y ha recibido numerosos premios por su trabajo, incluida la Medalla MacFarlane Burnet por su investigación en biología y una Orden de Australia.
A temperaturas normales, el sexo de la descendencia se determina mediante factores genéticos (ZZ macho, ZY hembra), ya que se necesitan dos copias de este gen transmitido por Z (ZZ) para inducir la formación de testículos.
Sin embargo, a temperaturas más altas, todas las crías son hembras.