El legítimo heredero era su hermano Francisco, obispo de Barcelona y más tarde de Jaén, quien rechazó los títulos dando paso a sus hermanos.
Jerónimo y su hermano Juan Bautista se repartieron las posesiones quedando Jerónimo con el marquesado de Cropani y con el condado de Peñón de la Vega y Juan Bautista quedó con el marquesado de Villadarias.
Hay indicios de que Jerónimo llegó a desposarse, pero se desconoce con quién.
Falleció sin descendencia en 1741 a los 48 años.
Tras su muerte, sus títulos pasaron a su hermano Juan Bautista, marqués de Villadarias.