Defendió la tradición occidental representada por España rechazando las raíces prehispánicas.
Se pronunció en contra de lo que consideró la intervención del Estado en asuntos eclesiásticos, del laicismo, y en general, del camino que siguió el gobierno federal después de la Revolución mexicana.
Estudió Filosofía, Teología y Derecho canónico en el Seminario Conciliar de México, se ordenó sacerdote en 1900.
Su obra es apologética de la Iglesia católica y combativa contra el régimen del Estado, en 1935 utilizó el seudónimo de "Félix Navarrete" para publicar libros que denunciaban la persecución religiosa en la República mexicana.
[1] Colaboró en publicaciones periódicas como El Apostolado de la Cruz, La Tribuna, La Voz de México, El Tiempo Ilustrado y El Siglo XX.