Sus primeras obras reflejan un estilo cubista deudor de Pavel Janák, como se denota en su cabaret Montmartre en Praga (1918, destruido) o sus proyectos no realizados de una iglesia católica en Vinohrady, Praga (1919) o el teatro Hanácké en Olomouc (1922).
[3] Hacia 1928, quizá por las críticas de algunos funcionalistas checos como Karel Teige y Jaromír Krejcar, que reprochaban su excesivo expresionismo, hasta el punto de que lo calificaron como el «Mendelsohn bohemio», evolucionó hacia el racionalismo o «Estilo internacional», la principal corriente arquitectónica europea del momento.
[4] También en 1928 concurrió a la exposición Werkbundsiedlung celebrada en Brno conocida como Nový Dům («Nueva casa»), en la que nueve miembros del Werkbund checoslovaco construyeron dieciséis casas unifamiliares en el distrito de Brno-Žabovřesky; Kroha edificó la casa n.º 9.
Desde 1948 fue uno de los principales ideólogos de la arquitectura checa y se adhirió a los principios del realismo socialista preconizado por el estalinismo.
Su principal realización en esta época fue el centro urbano de Nová Dubnica (1951-1954).