Jijuna

Fue oyendo a José Leguía Swayne (hijo del expresidente Augusto B. Leguía) contar la vida del célebre bandido norteño Luis Pardo, cuando le vino la idea de convertir a éste en un personaje literario, aunque cambiándole el nombre.

Diez Canseco prefirió consultar la opinión de los entendidos, y leyó su cuento en casa de Felipe Cossío del Pomar (pintor y escritor), quien quedó entusiasmado por el relato, a tal punto que le pidió para ilustrarlo.

Diez Canseco se hallaba en París cuando le llegó la noticia increíble: su cuento “Jijuna” había triunfado sobre 13.000 concursantes (diciembre de 1932).

Diez Canseco cuenta con orgullo dicho suceso y remarca que ningún otro escritor peruano había logrado hasta entonces tal triunfo.

Allí, su amigo Cosme le cuenta que el hacendado Ramón Santisteban ha prometido pegarle un tiro no bien lo tuviera al frente.

Luego del encuentro amoroso, Santos se marcha en busca de Ramón, cuya amenaza no podía pasar por alto.