Durante los dos años que trabajó allí, estuvo fuertemente influenciado por el surrealismo.
Cuando tenía seis años, la familia abandonó la ciudad de Évora y fue a vivir en Lisboa.
Allí se puso en contacto con la piedra, ya que su trabajo consistía en agrandar las maquetas de la obra maestra, ponerlas en yeso y, a esta última, metamorfosearlas en mármol.
Años más tarde, en 1960, volvió a ocupar un cargo político cuando entró en el Partido Comunista Portugués (PCP).
Este paso por el PCP como militante fue breve, porque la "celda" a la que pertenecía fue desmantelada y se perdieron los contactos.
Dejó el país bajo la influencia de Paula Rego, quien lo introdujo, en Londres, en la Slade School of Art.
Ese mismo año expuso en Washington D. C. y en la Sociedad Nacional de Bellas Artes.
En 1990 creó una exposición que se presentó como una retrospectiva de su arte, en Lisboa, en la Fundación Calouste Gulbenkian.