Cuando tenía unos veinte años, en torno a 1799, casó con Juana María Albero, con la que tuvo dos hijos.
Esta situación se mantuvo hasta 1819, cuando Joaquín Domingo padre debió de fallecer.
[2] Enseguida tomó partido por el régimen constitucional y lo manifestó ya en 1820 en un folleto de cuatro páginas que tituló “Pensamientos de un patriota”, que en la última página firmó con su nombre y apellido, mientras otros muchos exponían sus ideas políticas ocultos tras seudónimos o siglas.
[5] El restablecimiento del absolutismo en 1823 desató las represalias contra los que habían manifestado su apoyo a la Constitución, y entre ellos debió de estar Joaquín María Domingo, ya que a partir de ese momento su taller enmudeció.
También sufrieron persecución sus hermanos, los impresores José Fermín, cuyo taller fue cerrado para siempre, y Ramón, el más joven, que permaneció inactivo durante diez años, hasta la muerte de Fernando VII (1833).
[6] Se ha de tener presente que en esta época la actividad cotidiana de una imprenta en una población como Pamplona se centraba fundamentalmente en trabajos menores, como hojas sueltas, circulares y decretos gubernativos, formularios administrativos, carteles y folletos.
Esta circunstancia explicaría que no se conozcan trabajos correspondientes al último año del Trienio Liberal (1823).
Presenta un tono encendido e inusitado hasta aquel momento: "¿Quién levantó el tribunal de la Inquisición?