Joaquín París Ricaurte

Fue ministro de guerra para Rafael Urdaneta y luego para Pedro Alcántara Herrán, prefecto (gobernador) de Cundinamarca y comandante en jefe del ejército colombiano.

[1]​ Don José había llegado a la Nueva Granada como alto funcionario del Virreinato.

[4]​ La batalla culminó con una victoria para los patriotas y la liberación de Popayán.

[6]​ La conducta del joven subteniente fue alabado en el parte que rindio el coronel Ricaurte al gobierno.

[8]​ Ante la defeccion de sus tropas el preisdente Nariño mando nuevas expediciones desde Santafe para derrotar a los sublevados, Paris aun bajo el mando del coronel Ricaurte participo en el combate de Charala librada en 19 de julio 1812, donde los federalistas derrotaron alas fuerzas centralistas del brigadier Jose Miguel Pey.

Este último salió a campaña contra el ejército rival, comandado por el brigadier Antonio Baraya, y el 2 de diciembre se libró la batalla de Ventaquemada, en la que sufrió una derrota.

Abandonado en una playa, París logró tomar un barco a Curazao, donde soportó siete meses de mendicidad, hasta que recibió el apoyo de Manuel Antonio Arrubla Martínez, quien lo reconoció al desembarcar en la isla.

[14]​ París fue protagonista en la victoria de la memorable Batalla de Boyacá, emboscando a un grupo que advirtió la presencia del Ejército Libertador y atacando al batallón comandando por el coronel Francisco Jiménez para poder cruzar y tomar el control del puente sobre el río Teatinos, objetivo que alcanzó en el tercer intento.

París siguió la hasta Ventaquemada para capturar a los enemigos replegados, y recibió la especial misión de conducir al comandante Barreiro y demás prisioneros hasta la capital.

Al ser tomada Popayán de nuevo, el gobernador París salió a recuperar la ciudad, atacando a las tropas al coronel José María Obando, que al resultar herido, recibió la asistencia médica y un sable del propio París, gestos que contribuyeron a que el oficial realista aceptara la República.

Fue designado secretario de Guerra y Marina en mayo de 1830 por el presidente Domingo Caycedo[17]​ y presentó renuncia del cargo a la posesión del presidente Joaquín Mosquera.

[18]​ El general París solicitó letras de cuartel en 1832 y se retiró definitivamente en 1836.

En el gobierno del presidente Pedro Alcántara Herrán pasó a ser comandante de la IV División del Ejército, con jurisdicción en las provincias de Bogotá, Mariquita y Antioquia, resultando la última tomada por el coronel Salvador Córdova (hermano del general José María) que fue derrotado por acción combinada de las cuatro divisiones.

Bajo el mismo gobierno, París volvió a ocupar la Secretaría de Guerra.

Por ser parte del Partido Conservador, fue enviado a prisión por el gobierno liberal del presidente López Valdés como sospechoso de conspiración, pero recuperó la libertad al ser encontrado inocente.

Contramarchó a La Mesa donde se le unió una multitud para conformar La Compañía de La Unión, con la que se unió a otro cuerpo formado por el expresidente López Valdés para asumir la vanguardia hacia Bogotá.

Con la derrota de las tropas del vicepresidente José de Obaldía y del general Manuel María Franco, el general París canceló la operación y López regresó con sus tropas a Neiva.

Herrera asumió el comando de una división en Ocaña y dejó la Presidencia a Obaldía, quien convocó a los comandantes París, López y Mosquera para replantear la toma de Bogotá, resultando el tercero al mando del Ejército y París al frente de la División que sumaba la del Alto Magdalena y los hombres del general López.

París sancionó la Constitución del Estado, y al considerar que había cumplido con su deber, renunció el 4 de noviembre de ese año en favor del primer designado, el expresidente Herrán.

[21]​ Por ser muy cercano al presidente Mariano Ospina Rodríguez, el general París fue buscado por los expresidentes Mosquera y Obando para obtener el primero la designación como embajador en Estados Unidos y el segundo su pensión.

Al recobrar el sentido, el general París fue enterado del triunfo sobre un reducto en el que fue hecho prisionero Aníbal Mosquera, hijo del comandante rebelde, y de nuevo perdió el sentido.

Le supervivieron sus hijos Pedro María, Virginia, José Manuel, María Josefa, Mariano y José Joaquín París de la Roche (este último de notable trayectoria).

Miniatura de la época de París cuando era teniente coronel.