Como guía, asistió a muchas ascensiones del inglés John Tyndall.
Bennen y Tyndall, junto con el también guía Jean Antoine Carrel, intentaron subir el Cervino por la arista del León, alcanzando el Pico Tyndall (4.241 m), en julio del año 1862, tres años antes de la primera ascensión, obra de Edward Whymper.
Le habían contratado para llevar a dos clientes a lo alto del Haut de Cry, un francés llamado Boissonnet y un inglés llamado Bossett, que estaba relacionado con la Investigación Topográfica Suiza.
No estaba muy seguro de subir con la nieve fresca en esas fechas, pero los guías locales contratados por Bossett le aseguraron que no habría problemas.
Cuando intentó ascender por una parte superior a la de los guías locales, oyó el ruido del inicio del alud, y exclamó que todos estaban perdidos.