[3] Posteriormente, su caso fue llevado al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) y se dictaminó la pérdida de las tres medallas olímpicas.
[8] Con estos resultados, se convirtió en la principal baza española para obtener una medalla en los Juegos Olímpicos de Invierno, algo que hasta esa fecha solo había ocurrido en dos ocasiones.
[11] En un principio el Comité Olímpico Internacional solo le retiró la tercera medalla y no cuestionó las dos primeras, pero en diciembre de 2003 el TAS decretó que debía devolver todas.
[4] El fondista manifestó su decepción por la sentencia, que consideró «injusta», y en 2004 publicó su biografía Allein gegen Alle (Solo contra todos), donde declaró no haberse dopado «de manera consciente».
[7] Cuando cumplió la sanción, solicitó su reingreso en el equipo español para participar en los Juegos de Turín 2006, pero no se sintió respaldado por la federación y se retiró tanto del deporte profesional como de la vida pública.