Su buen paso por La Franja hizo que Real Arroyo Seco, en ese momento equipo del Torneo Argentino A, pusiera los ojos en él.
En el equipo santafesino jugaría solo 6 meses, pero disputó 14 partidos y convirtió un gol.
En el Verde jugó un total de 36 partidos y convirtió 2 goles.
Jugó todos los partidos que disputó el club de Caballito.
Tras su gran paso por el club porteño, volvió a jugar en la primera división del fútbol argentino, incorporándose al Estudiantes de La Plata.
En su primera campaña jugó 30 partidos y convirtió un gol frente a Unión.
En su última etapa con Gabriel Milito como DT bajó su rendimiento debido al estilo de juego pregonado por el entrenador y comenzó a recibir algunos silbidos desde las gradas.
Su participación en el fútbol de ese país, lo llevó a adoptar la nacionalidad ecuatoriana.