Al ser elegido su padre senador por Tacna, la familia se trasladó a Lima.
[1] Empezó a trabajar en la administración pública, como empleado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Este crimen conmocionó al país y acaparó los titulares de los medios informativos.
Se trataba del propio secretario del embajador, Juan Antonio Perazo Cáceres, quien con un revólver le disparó cuatro tiros, para luego desfigurarle el rostro con el golpe de una enorme piedra.
En el momento, la policía mantuvo en reserva el móvil del crimen, pero después trascendió que había sido por un asunto amoroso entre víctima y victimario.