Pasó por 57 países hasta decidir que viviría en Río de Janeiro (su otra opción era Nueva York, pues eran las dos únicas ciudades famosas del mundo donde había "mujeres criollas embarazadas").
Pasó a vender cuadros en restaurantes de la ciudad, lo que ya había hecho antes en otras ciudades.
Un mediometraje intitulado "Selarón - La Gran Locura", donde el artista relata momentos de su vida.
La película tuvo gran repercusión y proporcionó la ida de Selarón al talk-show "Programa do Jô".
El cuerpo quemado del artista estaba junto a una lata de diluyente.
Por cuenta de eso, los últimos meses, él andaba muy triste y vivía encerrado en su casa.