Jornada Mundial de la Juventud 1987

Confirmando así su presencia para culminar la visita apostólica a las Naciones del cono sur americano: Uruguay, Chile y Argentina.

La Vigilia anterior a la misa de clausura fue dividida en tres bloques: argentino, latinoamericano y mundial, para cada cual el Papa dirigía un mensaje distinto.

[6]​[7]​ La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, es un crucifijo de madera de 3,8 m de altura entregada a los jóvenes católicos por el Papa Juan Pablo II al finalizar el Año Santo de 1984 con las palabras «Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús».

[8]​[9]​ Por primera vez desde su institución, la Cruz sale de Roma para ser uno de los símbolos centrales de las JMJ en Buenos Aires 1987.

El Himno de la JMJ de Buenos Aires 1987, conocido popularmente como "Un Nuevo Sol" fue compuesto por Alberto Croce y Eugenio Perpetua.