José Arcadio de Ortega

Tras casarse con ella tres años después, compró el edificio de la botica y la convirtió en una de las más afamadas e influyentes del reino, al establecer en ella una tertulia científica, una biblioteca y un laboratorio.

Siguiendo las pautas culturales hispánicas, se las arregló para regentar ambas farmacias, pese a las prohibiciones legales al respecto, mediante una falsa cesión de la botica de Añover.

La Farmacia de la calle Montera 19, donde se conseguían los medicamentos más modernos que eran guardados en albarelos de cerámica talaverana y en hermosas jarras vidriadas de Génova, contaba con un sótano, la botica o despacho cara al público, la rebotica (donde se celebraba la tertulia), un laboratorio químico y una excelente biblioteca que reunía volúmenes de Farmacia, Química, Botánica, Literatura e Historia; además contaba con dos pisos en altura, donde vivía la familia.

Respecto a la redacción de una Historia Natural, no consiguió su propósito.

En 1775, el irlandés Guillermo Bowles publicó en Madrid la Introducción a la Historia Natural y Geografía Física de España.