José Ayala Lasso

También fue embajador de Ecuador ante la Comunidad Económica Europea, Francia, Bélgica, Luxemburgo, Perú y la Santa Sede.

Su primer desafío importante fue dar una imagen a su mandato y fomentar la credibilidad de su Comisión.

Apenas nombrado, tuvo que afrontar la crisis generada por el genocidio de Ruanda.

Su años como Alto Comisionado estuvieron marcados por un esfuerzo para dar una mayor visibilidad al programa de las Naciones Unidas para los derechos humanos.

Así, se abrieron oficinas de campo por todo el mundo y Ayala Lasso viajó continuamente para mejorar la visibilidad del trabajo realizado.