José Borgatti

Su mandato favoreció la continuidad de la labor educativa salesiana en la región, e incluso se fundaron nuevos colegios.

[3]​ Por razones de salud elevó su renuncia al Papa Pablo VI, que se la aceptó en abril de 1968 y designó administrador apostólico a otro salesiano, el padre Miguel Ángel Alemán.

Borgatti no debió desde entonces cumplir todas las obligaciones, pero dado que el Papa no le nombró un reemplazante titular —Miguel Ángel Alemán, futuro primer obispo de Río Gallegos— siguió siendo titular de la diócesis, y ejerciendo como tal en algunas ocasiones.

[2]​ En tal carácter, inauguró la capilla dedicada al Beato Ceferino Namuncurá en Chimpay, en el año 1971.

[1]​ Dos años más tarde fue elegido para sucederle monseñor Miguel Esteban Hesayne.