Obtuvo además el Premio Nacional de Teatro por su interpretación en Ricardo III.
Fue también un rostro habitual en Televisión española durante la década de los sesenta y setenta, con continuas apariciones en las obras representadas en Estudio 1 o Novela, además de protagonizar, junto a Elena María Tejeiro, la serie Pili, secretaria ideal (1975), de Enrique Martí Maqueda.
Su labor en televisión le valió la obtención del Fotogramas de Plata en 1967 y el Premio Ondas en 1968.
Asimismo, a principios de los cincuenta inicia sus actividades como actor de doblaje, dando voz en español a actores como Tony Curtis en Los vikingos o Dennis Hopper en Gigante.
A finales de los sesenta abandonó prácticamente el doblaje, aunque retornaría esporádicamente.