José Nicolás de Escalera

Tuvo dos hermanas llamadas: Josefa Teresa e Inés María de Escalera Tamariz.

No podemos determinar si Escalera llegó a Santa María del Rosario como protegido del conde de Casa Bayona, o si fue presentado a éste por los Padres Dominicos del Convento de San Juan de Letrán, lo cierto es que estuvo muy ligado tanto al Conde como a los frailes.

También puede afirmarse, por el arraigo y gran diapasón de santos dominicanos en su pintura, que el artista estuvo muy influenciado por su gran religiosidad, celo hacia esta orden y su patrona la Santísima Virgen del Rosario, es muy probable que hasta aprendiera con alguno de ellos las técnicas sobre pintura y escultura, llegando luego a ponerle su propio sello personal.

A Nicolás se le conoce como pintor de santos, retratista y escultor, aunque de esto último no se tiene conocimiento concreto, ya que no ha llegado hasta nosotros ninguna imagen que lo corrobore como tal.

Las llamadas comúnmente pechinas, pinturas murales realizadas utilizando la técnica del marouflage.

Según la tradición oral rosareña, corría la primera década del siglo XVIII y José de Bayona vivía en La Habana.

El agua era utilizada para aliviar los dolores de la gota, o reumatismo, que sufría el Conde, quien en agradecimiento por la milagrosa cura, otorgó la libertad a su esclavo; teniendo este, según los hechos relatados, de la señora Condesa María Teresa Chacón y Torres el privilegio de aparecer en la pintura que perpetuaría para la posteridad a la familia Chacón.

José Mendiola, Cuba 36- La Magdalena - Sr. Thomas F. Watson (IBM), Nueva York, E.U.A.