[5] En Granada perteneció al Consejo de la Academia y Corte de Cristo fundada por el canónigo del Sacromonte José Gras y Granollers.
En julio de 1875, vuelto a proponer por el Gobierno, aceptó.
Durante su episcopado fomentó las misiones populares (él mismo recorrió todas las poblaciones de su diócesis en dos visitas pastorales),[11] organizó ejercicios espirituales y conferencias morales para el clero, al que exhortó a no participar en diversiones públicas ni acudir a corridas de toros,[12] y reestructuró la demarcación parroquial, reduciendo las parroquias de 743 a 550.
[15] También promovió el regreso o la instauración de nuevas órdenes religiosas, reducidas a su llegada a la diócesis al convento que los agustinos recoletos tenían en Marcilla, para formar misioneros con destino a América, debiendo hacer frente a las reticencias del Gobierno, temeroso de que los conventos se llenasen de carlistas.
[22] Todas, excepto el Viaje arqueológico, firmadas en colaboración con su hermano Manuel Oliver y Hurtado, también académico: