[1] El inicio de su juventud estuvo marcado por sus primeros viajes al extranjero (Francia, Portugal, Inglaterra) y por sus estudios universitarios en Madrid, donde en 1964 se licenció en Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales por la Universidad Complutense.
En estos años conoció a su mujer, la también socióloga Mª Ángeles Durán Heras y a algunos de los que serían sus grandes amigos entre los compañeros de estudios y profesión.
La trayectoria profesional de José Ramón Torregrosa estuvo marcada, desde muy pronto, por su doble vocación docente e investigadora.
[2] Su regreso a la Universidad Complutense de Madrid como catedrático se produjo en 1980.
En estos años dirigió, como investigador principal, varios proyectos subvencionados por la CICYT sobre “Significados del trabajo”, “Valores y grupos ocupacionales”, “Percepciones e imágenes recíprocas entre los países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones” y “El cambio de valores sociales y políticos: Un análisis comparado”.
En sus últimos veinte años, su permanente interés por la aplicación del conocimiento le llevó a profundizar en la sociología clínica.
Sus últimos años los pasó entre Madrid y San Martín de Trevejo (Cáceres), donde trasladó gran parte de sus libros y se involucró, con M.ª Ángeles Durán, en diversos proyectos dinamizadores del desarrollo local.
Su libro Teoría e investigación en la psicología social actual, editado en 1974 y revisado en 1984, fue la primera recopilación hecha en nuestro país de textos básicos y un referente para varias generaciones de psicólogos sociales.
Como profesor, su actividad docente se encaminó desde el principio a la difusión de la psicología social.
Como profesor profundamente implicado en su labor docente, José Ramón Torregrosa se volcaba siempre en la preparación de sus clases, conferencias y artículos con una seriedad y un rigor intelectual excepcionales, creando escuela entre las principales figuras de la psicología social española y latinoamericana actual.
Por ello, cualquier estrategia debía basarse, en su opinión, en dos tareas fundamentales previas.
Con respecto a los sociólogos, José Ramón Torregrosa fue uno de los grandes impulsores del interaccionismo simbólico en España.
Torregrosa en su presentación: “El nombre de la revista, Interacción social, no es una casualidad.