Se educó en el hogar paterno principalmente, aunque frecuentó también durante algún tiempo la escuela nacional de Dílar.
A los dieciocho o diecinueve años de edad regresó a España, estableciéndose en Sevilla, en los hoteles del Guadalquivir, durante cinco años.
Se trasladó después al Padul, donde residió un año, y por fin volvió a Dílar hacia 1932.
Durante este tiempo ejerció varios oficios, entre otros, pulimentador de mármol y finalmente scomerciante.
Tras un proceso abierto en la curia diocesana de Madrid y aprobado en Roma en 1991, José Ruiz Cuesta fue beatificado por Juan Pablo II, junto a otros 71 compañeros mártires hospitalarios el día 25 de octubre de 1992.