En 1942 se licencia en Ciencias Químicas por la Universidad de Barcelona con premio extraordinario.
Se instala en esta ciudad y alcanza su fase de plena madurez científica y humana, a la vez que se vincula totalmente con el pueblo asturiano, inclusive desde el punto de vista familiar.
En 1973, cuando abandona el rectorado, deja una Universidad con un número de alumnos seis veces mayor y con una estructura idónea para lanzarse hacia el futuro, consiguiendo así los objetivos que se había marcado.
Virgili Vinadé tuvo siempre como preocupación fundamental crear una Universidad que, por encima de todo, fuera una Universidad humana, en donde exista una auténtica y verdadera comunicación entre profesor y alumno; en donde, según palabras textuales del propio Dr. Virgili en su discurso de despedida como Rector: “el alumno sea una persona con nombre y apellidos y no sólo el número de una lista”.
Realizó numerosos trabajos científicos y dirigió tesis doctorales de la alta calidad, entre las se pueden destacar algunas por su relación directa con la Farmacia.