Su familia perteneció a la nobleza, su padre era cercano pariente del gobernador de Charcas Diego Messia.
Regresó a Lima para asumir el rectorado del Colegio Real de San Martín en 1699.
Nombrado procurador de la Compañía de Jesús en Roma en 1707, murió en el trayecto a Roma cuando pasaba por Panamá atacado por fiebres malignas.
Los manuscritos que llevaba consigo fueron entregados al padre Pérez Ugarte, pero el navío en que los llevaba fue capturado por corsarios ingleses, perdiéndose todos estos en manos de piratas.
Sin embargo a su regreso a Lima, Pérez Ugarte encontró los borradores de muchas de las obras perdidas, por lo que pudo publicar parte de los manuscritos confiados a su persona.