José de Frisinga

Presumiblemente fue un monje en la primera fundación monástica de San Corbiniano, la abadía benedictina de Frisinga, la capital elegida en esa época por los duques de Baviera, antes de que fuera nombrado obispo de Frisinga en 747 o 748, el tercero en ocupar el cargo si contamos a San Corbiniano, el segundo si contamos desde que el Obispado de Frisinga fuera oficialmente erigido en 739 por San Bonifacio, con mandato papal.

En particular, fundó la Abadía de Isen en 752, y la dedicó a San Zenón de Verona, sobre una fundación religiosa anterior de los señores del clan fagana, dueños del territorio del Isental donde se asentó.

Estuvo asimismo muy implicado con los respectivos fundadores o patronos-protectores laicos (Vogt; en plural, Vögte) del clan huosi o de familias inmigrantes francas, que sobre todo después del año 750, entre el río Lech y el Isar, fundaron distintos monasterios, como el Monasterio de Polling (hacia 750), el Monasterio de Tegernsee (746 o 765), el Monasterio de Ilmmünster (762), la Abadía de Schäftlarn (762), el Monasterio de Schlehdorf (763/772) o el Monasterio de Scharnitz (763).

Atto también se caracterizó por tener gran éxito a la hora de adquirir fincas, granjas y donaciones para la diócesis.

Su festividad se celebra el 17 de enero.