José del Castillo y Ayensa

El avance del ejército llevó a que interrumpiera sus estudios, que volvió a reanudar terminada la Guerra de Independencia, matriculándose en el curso 1813-1814 en Lógica y Metafísica.

[2]​ Establecido en Sevilla, donde ostentaba el cargo de abogado en la Real Audiencia, marchó a Madrid para ingresar en la Milicia Nacional, destacando como actuación el acompañamiento del rey Fernando VII a Sevilla y Cádiz.

[2]​ Establecido en la capital, la Real Academia Española lo escogió académico honorario en 1830, después supernumerario en 1831 y, finalmente, en 1833, académico de número, ostentando el Sillón «E» que anteriormente había ocupado Antonio Ranz Romanillos.

La aprobación de esta ley dividió a la sociedad política de la época y terminaría con la renuncia de la regente María Cristina, por no avenirse esta a negar su sanción a esa ley, y siendo nombrado Baldomero Espartero nuevo regente.

José del Castillo ocupó interinamente, apenas 24 horas, dicha Secretaría, sucediéndole Mauricio Carlos de Onís en el nuevo gobierno del progresista de Antonio González y González.