Josep Maria Soler

Es el padre del también profesional Jordi Soler.

Con 15 años, en edad juvenil es fichado por la cantera del UE Mataró, donde coincide con Joan Martínez.

Dos años después, con 17 años es subido al primer equipo por Antoni Serra, mítico entrenador mataronés, allí jugaría hasta el año 1966, año en el que ficha por el Picadero Jockey Club, equipo que a base de talonario consiguió formar un gran plantel, con la intención de plantar cara a los gallos de la competición, el Real Madrid de Baloncesto y el FC Barcelona.

En el equipo presidido por Joaquín Rodríguez coincide con José María Soro, Chus Codina, Lorenzo Alocén y Miguel Albanell, entre otros, consiguiendo en los cinco años que estuvo una Copa en 1968 contra el Joventut, y multitud de subcampeonatos.

Sus últimos año en activo fueron una idas y venidas entre el Bàsquet Manresa y el UE Mataró, equipo donde finalizó su carrera siendo entrenador-jugador.