Tras presenciar varios shows de la reciente industria cinematográfica, Delmont se interesó por el nuevo medio, empezando a rodar sus propios filmes en 1903 para la productora Vitagraph.
En 1910 volvió a Viena donde, entre otras ocupaciones, trabajó para la Österreichisch-Ungarische Kinoindustrie (llamada posteriormente Wiener-Kunstfilm) como cámara.
Precisamente como cámara y director técnico participó en el drama cinematográfico austriaco más antiguo de los que se conservan: Der Müller und sein Kind, rodado en 1911.
Para el rodaje de sus películas, Delmont viajó por Panamá, Portugal, Inglaterra, Francia, España y Holanda.
En 1925 finalizó su carrera cinematográfica: su último proyecto fue dirigir ese mismo año Der illionenraub im Rivieraexpreß.