En sus composiciones, Lamb creó formas musicales completamente nuevas; sus rags muestran una solidez armónica que no excluye cromatismos y que recuerda, en cierto modo, a la música de compositores románticos como Chopin, Schumann o Mendelssohn.
Su encuentro con Scott Joplin en 1907 le abriría las puertas como compositor al ser editados y publicados posteriormente muchos de sus 'rags'.
Unos años más tarde consiguió un empleo como ingeniero en una fábrica, a lo que se dedicaría el resto de su vida.
Su fantástico legado ha servido de inspiración a futuras generaciones de músicos y adeptos al género 'Ragtime'.
1959: A Study in Classic Ragtime (Folkways)