Joseph Parrocel

Nacido en una familia con más de catorce pintores a lo largo de seis generaciones, su abuelo Georges Parrocel (1540 - 1614) —cuyas obras no han llegado hasta nosotros— y su padre Barthélemy Parrocel (1595–1660) fueron destacados pintores regionales.

Cuando murió su padre en 1660, Joseph tenía tan solo trece años y su hermano mayor, Louis, le educó y le instruyó como pintor, al tiempo que ya se había establecido como tal en Languedoc.

Viajó a París y permaneció allí durante cuatro años, perfeccionado sus habilidades como pintor.

Parrocel trabajó junto a Rosa en su taller y se vio notablemente influenciado por su estilo, que años después impregnaría la obra del francés.

Planeaba asentarse en dicha ciudad pero fue asaltado por ocho bandidos en el Puente de Rialto.

Intentó vengarse de Parrocel pero éste ya gozaba del favor real y Luis XIV estaba muy complacido con su trabajo.

Su técnica difiere de los académicos contemporáneos a Parrocel como Adam Frans van der Meulen, en el sentido de que Parrocel muestra modelos más originales, vívidos, pincelada rápida, capas inquietas y movimientos deslumbrantes.

La batalla de Leuze (1691).