Al llegar a la casa, llama desde afuera pero nadie sale a recibirlo por lo que decide irse, la puerta se abre y se ve una persona alejándose de la entrada, por lo que Fumiya decide entrar para dejar el encargo.
Fumiya, de la impresión, se cae por las escaleras y escucha a la mujer del principio decirle lo mismo que antes.
Fumiya decide escapar de la casa pero al darse vuelta descubre algo terrible.
Hajime Kashiwagi, un taxista del área metropolitana, lleva a su hija Akane a la escuela, al ser el último día de clases propone llevarla hasta la puerta de la escuela pero ella se niega.
Antes de bajar, Akane toca algo en el asiento trasero, una sustancia similar a la sangre pero pegajosa.
Luego de dejar a su hija, Hajime intenta limpiar el asiento trasero del taxi, pero la mancha no se borra con nada.
Su hija Akane, ahora de 16 años, se lamenta ya que no valoraba mucho a su padre cuando era niña y nunca pudo decirle cuanto lo quería.
Akane tiene poderes extrasensoriales, puede ver y sentir a los espíritus del más allá pero nunca ha presentido nada sobre su padre.
Dos horas después, Miyuki y Ayami la llaman pero no le contesta a ninguna, es cuando Ayami recuerda haber olvidado algo en el salón de clases y le dice a Miyuki que la espere.
Un brazo sale del espejo y toma a Atsuji que logra sacárselo de encima.
La abuela Haru aparece con una pelota de basketball en sus manos, mirando mal a Akane (ya que esta tiene poderes extrasensoriales) pero ella no le hace caso.
Un joven detective llamado Kawabato estaba revisando unos archivos en una caja dirigida al forense.
Mientras Miho pide un pastel navideño, diciendo que llegará a la mañana siguiente, Atsuko se burla de que Atsuji haya reprobado y la abuela Haru comienza a maquillarse de forma muy extraña.
Luego baja, toma una cuerda y ahorca a la abuela Haru, que muere con la pelota de basketball en sus manos.
Atsuji entra en la cocina y al ver a Miho en el refrigerador decide apuñalarla por la espalda.
Atsuji vuelve en sí y, al ver todo lo que ha hecho mientras está poseído, decide tomar una decisión contundente.
Atsuji termina por ir a un parque y enciende una grabadora donde dice sus últimas palabras: ``Perdóname familia, ya estoy llegando´´.
Akane comienza a sentir una presencia y en un rincón aparece Mirai que la llama por su nombre.
Akane le dice que la perdone por no salvarla de Atsuji y cierra los ojos por un momento.