A finales del siglo XV era un apreciado navegante afincado en Palos (Huelva).
Posteriormente ejerció el comercio marítimo entre las islas cercanas a Santo Domingo.
Los navegantes descubrieron un territorio el domingo de Resurrección, festividad conocida también como día de la Pascua Florida, y puesto que, además, había plantas y flores por doquier, le dieron el nombre de Florida.
Sus actuaciones fueron denunciadas por los frailes dominicos pero nadie pudo impedir el comercio de esclavos.
[5] En septiembre de ese mismo año regresó a Cuba.