Su medio hermano Natividad Corona, era conocido como un homosexual violento que operaba el café Guadalajara en el poblado de Marysville.
También se halló entre la tierra un recibo bancario a nombre de Juan Corona, quien finalmente fue acusado y detenido.
Corona fue largo, costoso y complejo, máxime cuando la acusación en lugar de elegir algunos casos como era usual le imputó los veinticinco homicidios.
Pese a la probable motivación sexual de los crímenes no se comprobó que el acusado fuera homosexual.
En 1982 un nuevo grupo de abogados tomó la defensa y alegó que no se le había defendido correctamente en su primer juicio pero no consiguió que se modificara la condena.
En la cárcel Corona fue atacado a puñaladas por cuatro internos y casi muere, perdiendo un ojo por el ataque.
Durante sus últimos años en dicha prisión, padeció de demencia senil y su salud se fue agravando.