Don Manuel Doblado, representante del país, negoció con esos países y así España e Inglaterra retiraron sus tropas, siendo Francia la única que decidió proceder de modo bélico.
Ante dichas circunstancias, Juan Crísóstomo Bonilla se trasladó a la ciudad de Puebla, poniéndose a las órdenes de Juan N. Méndez, que junto con Juan Francisco Lucas y el general Ignacio Zaragoza se aprestaron a la batalla en defensa de su nación.
Un grupo de resistió a todo ello: el formado por Juan C. Bonilla, Méndez y Lucas.
En dicho Plan se desconocían los poderes federales del presidente.
No obstante, Juárez murió poco después en 1872 y el general Bonilla volvió a la vida privada.