Domínguez fue ascendido a teniente general y nombrado Maestro de Campo en Nuevo México, siendo segundo al mando tras el gobernador.
Más tarde sería criticado por no haber sido suficientemente agresivo en su acción contra los Pueblo.
Alimentaron y bautizaron a multitud de indígenas locales amistosos que visitaron su campamento.
Domínguez De Mendoza y el líder jumano, Juan Sabeata, tuvieron un enfrentamiento temprano durante la expedición.
Sabeata, según dijo Domínguez, había sido mentiroso extendiendo rumores falsos acerca de apaches hostiles para retrasar la expedición.
Aun así, el Gobernador Jironza fue incapaz de ayudar puesto que sus fuerzas estaban ocupadas combatiendo insurrecciones locales por los indios Suma y Manso.