Desde muy joven (1781) fue nombrado administrador de la Renta del Tabaco de La Grita, donde poseía hatos y cultivos de esta planta.
Anteriormente había sido alcalde de la Santa Hermandad y arrendatario de la renta del estanco de aguardiente.
[1] En mayo de 1781 encabezó un movimiento de protesta que estalló en la región andina venezolana contra la política fiscal del Gobierno español ejecutada por el intendente José de Ábalos.
El movimiento se generalizó en lo que hoy es Táchira y Mérida, aquella rebelión pretendía llegar hasta Caracas, bajo el lema "Viva el Rey y muera el mal gobierno" avanzó por San Antonio, San Cristóbal, Táriba, Bailadores, Mérida, Mucuchíes y Timotes, confiscaron el dinero y el tabaco de las oficinas reales y desconocieron y apresaron a las autoridades, hasta que fuerzas militares enviadas desde Caracas y Maracaibo sometieron a los comuneros en la Mesa de Esnujaque a fines de octubre de ese año.
Murió en el páramo El Portachuelo, cerca de La Grita, en 1809.