Inició su carrera de derecho en Buenos Aires, pero finalmente optó por enrolarse en el Ejército del Norte como subteniente.
Por su accionar en esas campañas recibió varias condecoraciones.
Revistó como teniente coronel en el batallón "Defensores de Buenos Aires".
Se incorporó entonces al ejército unitario, participando en las batallas de Don Cristóbal y Sauce Grande.
Se estableció luego en la ciudad de Montevideo, y la defendió cuando fue atacada por Manuel Oribe, para pasarse luego a las fuerzas sitiadoras en 1844.