Juan José de la Bárcena

La provincia requería por tanto, en buena medida, de un liderazgo que tuviera una sólida preparación militar y capacidad estratégica.

[1]​ Se dedicó inmediatamente a enfrentar los saqueos y ataques de los piratas.

[1]​ Para subsanar parcialmente los gastos e inversiones que hizo en la península estableció un impuesto a todas las exportaciones de sal (4 reales por cada fanega que saliera de Yucatán), impuesto que fue cuestionado y por el que, el propio virrey de la Nueva España Gaspar de la Cerda y Mendoza, escribió al monarca de España para que este lo autorizara, cosa que ocurrió.

[3]​ Gracias a estos esfuerzos que permitieron avanzar en los trabajos de la muralla de Campeche, en junio de 1692 se logró disuadir a un corsario inglés que ancló a la vista de la bahía de Campeche dispuesto a atacar la plaza con siete naves pertrechadas que finalmente desistieron de su intento.

[1]​ En el ramo administrativo, el gobernador de la Bárcena implantó una real provisión que obligó a partir de entonces a los alcaldes a dar aviso al gobernador antes de ejecutar cualquier sentencia de pena corporal que hubieran decretado.