Los cronistas no recogen su fecha y lugar de nacimiento, ni tampoco sus orígenes familiares.
[2][3] En fecha desconocida entró al servicio del poderoso cardenal Gil de Albornoz, formando parte del casi medio centenar de personas que componían su séquito personal.
Un año después, en 1356, sucedió a Martín Sánchez en el deanato de Salamanca,[3] y se mantuvo en el cargo hasta el 29 de noviembre de 1371, que fue nombrado como su sucesor Raimundo Godino.
El cronista Gil González Dávila en su obra lo define como canciller mayor del príncipe don Juan (futuro Juan I de Castilla), sitúa su gobierno tras el de Juan García Manrique y sostiene que su memoria en la diócesis alcanza hasta 1379.
[13] También es recogido por Juan Muñoz de la Cueva, que reitera el cargo de canciller mayor, lo sitúa en la diócesis en 1377 y sostiene que el rey Juan I le concedió muchos privilegios,[14] y por Gregorio de Argaiz, que lo cita el año 1378, pero Enrique Flórez desmiente a los tres y hace imposible su gobierno, por lo que lo elimina del episcopologio.