Fue, al parecer, discípulo del abad San Doroteo el Joven, de quien escribirá la vida.
Enseñó filosofía en Constantinopla y tuvo como discípulo a Miguel Psellos, que le sucedió después en su cátedra.
Nombrado metropolitano de Eucatia (por lo cual algunos le llamaron también Juan Eucatia), se retiró luego como simple monje a Constantinopla, donde murió en el convento del Pródromo.
Durante algunos años, Mauropo formó parte del círculo íntimo de poetas y eruditos que rodeaba al Emperador, y fue nombrado Retor de la corte'.
[1] Exponente del segundo renacimiento bizantino, compuso muchas poesías en trímetros yámbicos, en gran parte inédita, discursos, homilías, y un Léxico etimológico.