Juan Pombo Conejo

El matrimonio vivió en Santander con sus seis hijos: Dolores, Arturo, César, José, Cayo y Everilda Pombo Villameriel.

Llegó muy joven, superados los 16 años, a Santander donde su familia le encomendó dar salida al trigo y la harina que producían y comercializaban en Tierra de Campos.

Durante estos años figuraba como un notorio propietario de tierras en Valladolid y Palencia.

En la refundación y ampliación de capital del Banco en 1875 tiene un papel relevante junto con su hijos.

Desde mediados del siglo XIX es uno de los mayores propietarios de terrenos del Sardinero, abre los accesos a la playa y construye el Casino que regenta.

En realidad, a él se debe la creación del veraneo Santanderino.

Igual que en sus empresas no escatimó en ninguna ocasión su intervención personal o pecuniaria en interés de sus convecinos.

En algunas ocasiones financió con su patrimonio personal, sin lucro, las necesidades imperiosas de tesorería del municipio.

El rey Amadeo I de Saboya (1872), Isabel II y las Infantas (1876), se alojaron en la que fue su residencia estival del Sardinero, “Villa Piquío" (propiedad de su hijo José Pombo Villameriel desde 1870).

En Palencia, capital, da nombre a una de sus principales calles, así como en su pueblo natal, Villada.