[4] Gran conocedor del Camino de Santiago,[5] son varios trabajos en este ámbito que han obtenido reconocimiento a través de diversos premios.
[11] En 1986 se edita Planetario y humano (Estella, 1986), accésit del V Premio Esquío de Poesía, dedicado a Irene, su mujer, y a Teresa, su hija.
A juicio de Charo Fuentes y Tomás Yerro, destaca la preocupación amorosa, la desazón existencial por el paso del tiempo, la amistad, la naturaleza y el sueño o la curiosidad histórica por los temas medievales.
Se advierte además mayor refinamiento y exquisitez, y la preferencia por pocos pero muy musicales versos, al estilo de los haikus japoneses o de las composiciones cordobesas y judías medievales de cuyas lecturas se nutre el autor (Ben Guzmán, Ibn al-Jatib, Yehuda Halevi...).
La tarea será vengada por el abad del Monasterio de Irache, Miguel de Uxanavilla, quien envenenará al duque con el vino del padre copero.
A medio camino entre el ensayo histórico y la narración literaria, aparecen luego varios glosarios: Aunque nunca abandona del todo el relato (varios de ellos continúan apareciendo en revistas literarias, gastronómicas o enológicas), sólo en 2001 vuelve a publicar de nuevo una colección de doce cuentos ambientados en el pasado e incluidos en el libro Fábulas (Valencia, Pre-textos, 2001; Museo Gustavo de Maeztu, 2001), cuya intención no es tanto recrear sucesos históricos como poner de manifiesto lo nebuloso que es el pasado y lo poco fiables que pueden llegar a ser las versiones que de él se transmiten.