Persona de profundas convicciones republicanas, llegó a ser concejal y diputado en Cortes varias veces.
Republicano convencido, se solía declarar «profunda y sinceramente religioso».
[2] Miembro del Partido Republicano Progresista —del cual llegó a ser vicepresidente—,[3] desde 1883 dirigió la fracción del partido en Barcelona, donde fue concejal de su ayuntamiento entre 1885 y 1889 y nuevamente de 1896 a 1898.
[3] Los republicanos progresistas sufrieron una escisión en 1895, acaudillando Sol y Ortega su ala derecha —que se transformaría en el Partido Nacional Republicano—.
[3] Fue elegido diputado al Congreso en las listas de Unión Republicana en dos ocasiones (1893 y 1898).