El ataque mapuche, bien organizado por su líder Lautaro no demoró, y aunque los españoles se defendieron valientemente animados por Alvarado, la derrota fue rotunda.
El capitán Alvarado se entrevistó con el Gobernador para reclamar por la medida, y probablemente para hacer ver la diferencia de recursos entre la expedición de don García y la suya, que había intentado repoblar sin éxito.
Durante la discusión don García, mientras se negaba a los argumentos del capitán, repetidamente le trataba de vos.
El frustrado Alvarado viendo que no lograría recuperar su encomienda, se animó al menos a protestar contra tal tratamiento, expresando a Hurtado de Mendoza que él también era caballero hidalgo y que se le debía tratar de vuesa merced (es decir Usted).
Al día siguiente un soldado anónimo arrojó en el aposento del Gobernador una carta en que se le reprochaba el tratamiento despreciativo que daba a sus subalternos.
De inmediato, sin hacer ninguna investigación, don García hizo apresar al capitán Alvarado y dispuso su destierro del país.