Juan de Licópolis

Comenzó como carpintero y empezó su vida solitaria después de recibir la llamada.

Luego se retiró a la cima de un acantilado, donde quería evitar todo contacto humano.

San Agustín escribió que Juan fue tentado por el diablo y realizó curaciones milagrosas.

Curó a una mujer, según Agustín, de la ceguera que se le había parecido en una visión.

Según Butler, Juan rezó sin cesar, y pasó los tres últimos días de su vida sin comer ni beber, tan solo con el alimento del espíritu.