Cuatro de las obras son religiosas y el resto profanas.
Las otras tres piezas religiosas son litúrgicas con texto en latín.
Las melodías que compuso Juan de Triana son melismáticas con un gran número de notas "cambiata" y cadencia Landini.
[3] Estas características son comunes a los músicos ibéricos de la generación anterior a Juan del Enzina, Francisco de la Torre o Pedro de Escobar que tendieron a componer melodías más simples.
El texto se debe al Marqués de Santillana.