Juana tenía como herencia a su vez el hato la Rosa propiedad de su madre.
Juana Villasmil era una mujer muy piadosa que practicaba una devota fe católica, en aquel entonces Cabimas no contaba con ninguna iglesia donde recibir misa, por lo que se hacía necesario trasladarse hasta Santa Rita por lago (la vía terrestre se construyó en el siglo XX).
La familia Romero Villasmil fundó en las tierras entre los ríos Ulé y Tamare el Hato Tía Juana, donde se dedicaron a la actividad ganadera.
El nombre del hato se conservó en el campo petrolífero Tía Juana (los pozos tienen nomenclatura TJ, el pozo TJ – 1 descubrió petróleo en 1928) y en la localidad de Tía Juana, hoy capital del Municipio Simón Bolívar.
En su honor la bandera del Municipio Simón Bolívar, lleva una rosa.